11/27/2012

Privilegios mal educados



Somos un país tremendamente privilegiado y somos un México terriblemente mal educado.  Privilegiados en todo y mal educados en todo.

Privilegiados desde nuestra posición geográfica en la que sostenemos a los Estados Unidos y cargamos el peso de todo Latinoamérica. Maleducados desde la cuna cuando en vez de enseñarnos a hablar español balbuceamos conceptos como tata, pupu, popa, guáguá.

Un estudio de las 20 economías del mundo de la firma británica Person sobre educación, combina datos entre 2006 y 2010 sobre nivel educativo, sistemas  de enseñanza, cantidad de alumnos, graduados por nota y competitividad global; colocando a México solo arriba de Indonesia y Brasil.

Miguel Székely dirigió un estudio en México  sobre el mismo tema y nuestro país está ligeramente arriba de un país considerado en subdesarrollo. En su estudio mencionó que para que una entidad como Oaxaca alcance el promedio del Distrito Federal se requieren de 33 años de estudios.

Los datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE)  son más duros. México se sitúa solo arriba de Portugal  en porcentaje de población cuyo nivel educativo es de primera etapa (secundaria o inferior).

 Somos los peores en tendencia de graduación en etapa secundaria con solo el 47% cuando por ejemplo Chile el otro país latinoamericano de habla hispana con el privilegio de considerarse en el estudio alcanza el 83%.

Nuestros números en educación terciaria son paupérrimos. En nivel de competitividad con el exterior estamos por debajo de Argentina y Uruguay que no están incluidos en el estudio internacional porque su economía no privilegiada está por debajo de las 20 mundiales.

La ONG Mexicanos Primero publicó datos de la SEP sobre educación superior que aseguran de 61, 929 privilegiados que ingresan a la universidad solo 36,886 se titulan y de ellos solo el 2,01% termina un posgrado.

Aún así México tiene el privilegio de ser el gran socio comercial de Estados Unidos con el 14.2% de sus importaciones. En 2010 elevamos el PIB del balance comercial arriba de las grandes potencias emergentes del mundo China y Brasil.

No existe una sociedad del conocimiento existe una privilegiada economía manufacturera que crea un notable desbalance entre desarrollo y nivel educativo. Una economía basada en conocimiento es más competitiva, sólida y sobre todo equitativa.

Habilidades como comprensión de lectura, expresión oral y escrita, resolución de problemas, capacidad de análisis y síntesis, pensamiento hipotético y lógico, discernir y ordenar información; son indicadores que detonan consecuencias sociales graves que parecen imperceptibles.

El nefasto civismo del día a día, la carencia de cualidades empáticas, nuestras tendencias psicópatas al privilegio de conducir un auto o de convivir en un edificio de apartamentos, son mera consecuencia de nuestra falta de educación.

Un gran porcentaje de la población arde en su percepción de la realidad política del país por la toma de protesta del próximo sábado y descalifica tajantemente sin un análisis profundo la vuelta del PRI a Los Pinos. Sin percatarse que las habilidades antes mencionadas son capacidades inherentes del hombre para hacer un voto concienciado.

El privilegio que se ha ganado el país de asistir a una urna está desperdiciado si no se respalda con cultura política y social de nuestro entorno. El contexto define todo y nuestro código postal el tipo de educación al que se expone nuestra formación.

Existe un sin número de obviedades que podrían asociarse a un nivel de educación elevado, pero relacionar los desempeños de la sociedad mexicana de acuerdo a la capacidad que tuvieron como estudiantes es la más grande de todas.

México cuenta con muchos privilegios… pero lo que nos hace... lo que somos es el privilegio de estar mal educados.