3 junio 2000
La Copa USA se tenía que disputar y la Federación Mexicana buscaba darle prioridad a la eliminatoria mundialista. La situación se resolvió vistiendo de verde al campeón del fútbol mexicano con todo y entrenador. Hugo Sánchez solo sustituyó a los extranjeros de sus Pumas con Luis Hernández, Luis Pérez, Óscar Mascorro, Daniel Osorno y Paulo César Chávez. El torneo amistoso fue anecdótico, pero fue un antecedente de un club representado a México y compitiendo de buena manera.
1 Julio 2001
Los números de Enrique Meza al frente de la selección en el hexagonal final rumbo al Mundial de Corea/Japón 2002 llegaron a cinco partidos (1-1-3). La primera derrota como local en una eliminatoria mundialista le puso pie y medio en la salida, la puerta se cerró cuatro días después cuando Honduras goleaba al Tricolor en San Pedro Sula.
Javier Aguirre fue el bombero y armó un equipo emergente con la base del Cruz Azul subcampeón de América: Óscar Pérez, Melvin Brown, Sergio Almaguer, Tomás Campos, Víctor Gutiérrez, José Hernández y Francisco Palencia. México ganó entonces un partido vital contra EE.UU. enderezó el rumbo y cerró en segundo lugar la eliminatoria.
1 julio 2011
La Copa América se juega en Argentina, el certamen más importante de selecciones en el que puede competir México tras el mundial. La Concacaf "obligó" a México a disputar la recién culminada Copa Oro con sus mejores jugadores y decide participar en Sudamerica con la selección sub-23 más algunos refuerzos de experiencia como Luis Michel, Héctor Reynoso, Oribe Peralta y Rafael Márquez-Lugo.
Pese a las tres derrotas y considerando a los rivales se jugó con el suficiente orden para no hacer una memorable participación en lo negativo. Un año después la base de este equipo ganó la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
13 noviembre 2013
Turbulento hexagonal rumbo a Brasil 2014. José Manuel de la Torre dejó a México en el borde de la eliminación. Luis Fernando Tena perdió en EE.UU. el único partido que dirigió y Víctor Manuel Vucetich tras dos partidos fue cesado. Llegó el turno de Miguel Herrera para disputar el repechaje contra Nueva Zelanda.
Convocó de "su" América a Moisés Muñoz, Francisco Rodríguez, Juan Carlos Valenzuela, Miguel Layún, Paul Aguilar, Jesús Molina, Adrián Aldrete, Juan Carlos Medina, Raúl Jiménez y Luis Mendoza. México ganó por goleada los dos partidos y clasificó al mundial dejando atrás el complicado proceso.
24 julio 2017
México una vez más enfrentó dos torneos en el verano por la pecuniaria y bienal Copa Oro. Esta vez la prioridad se concedió a la Copa Confederaciones y una selección alternativa disputó el certamen de Concacaf. México cumplió con el objetivo de jugar semifinales en Rusia 2017, pero un intermitente funcionamiento, una goleada ante Alemania sin sus figuras y la forma en que se pierde ante Portugal dejó una impresión muy negativa.
No son un secreto las falencias de la Federación Mexicana de Fútbol: su falta de planeación, la paupérrima logística y la poca seriedad y respeto que se le otorga a los procesos de las selecciones en todas sus categorías. Si los mayores responsables de generar la infraestructura necesaria y el entorno ideal para contar con una selección competitiva son incapaces de logarlo, es ridículo pensar que pueden hacerlo con dos equipos en el mismo verano ¿Qué opciones quedan?
El escenario ideal es que existiese una abundante y constante cantera de futbolistas con el desarrollo físico-atlético y psicológico, los procesos necesarios de formación, la experiencia suficiente en clubes y finalmente el trabajo técnico-táctico indispensable en cada categoría como para poder elegir 23 que sean capaces de acoplarse a un sistema de juego estructurado o con los fundamentos mínimos para adaptarse al del entrenador en turno.
Ante la inexistencia de este panorama aún quedan alternativas para dejar de comprometer el poco prestigio logrado por el Tricolor a nivel internacional en cada evento al que participa con cualquier selección mayor. Los antecedentes existen y de los cuatro casos citados al principio del texto los resultados han sido menos catastróficos que las inolvidables goleadas contra Chile y Alemania más la humillante derrota ante Jamaica.
Enviar a la selección juvenil no solo daría fogueo a los jugadores a nivel internacional (del que carecen) de ser el caso podría reforzarse con algunos más experimentados que apuntalen el equipo. Si bien este verano se disputó el Mundial Sub-20 en Corea del Sur (generación 1997) al torneo de Concacaf asistió Edson Álvarez, la figura de ese plantel.
El último partido que disputó la "selección sub-23" fue en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 si se hubiera seguido medianamente el proceso de esos jugadores, en esta Copa Oro elementos como César Montes, Erik Gutiérrez, Rodolfo Pizarro y Erik Torres probablemente hubiesen potenciado su rendimiento con la familiaridad de una sistema de juego conocido.
México es uno de los países donde se puede sacar una ventaja deportiva de la relación existente entre la Federación y la liga local, me pregunto que hubiera pasado si se negocia con las Chivas de Guadalajara su participación en la Copa Oro evidentemente de la mano de Matías Almeyda que conoce perfectamente que posiciones reforzar.
Es cierto que se hubiera comprometido la pretemporada del Guadalajara y con ello todo su torneo, pero considero que México hubiera estado mejor representado e incluso por el nivel exhibido, podría haber competido por el título. En el país de la multipropiedad, los cachirules y las decisiones tomadas desde la televisión no sería muy complejo balancear esta ecuación con algún beneficio para el club.
En cualquier caso se valoraría en mayor medida a los jugadores y se protegería al cuerpo técnico, se honran los compromisos adquiridos con organizaciones, torneos y sobre todo con los aficionados que son tratados como clietes, se optimiza y justifica el trabajo realizado con procesos juveniles e incluso se prioriza la representación nacional y su materia prima (el jugador mexicano) ante la evidente extranjerización de la liga que aparenta seguir sus propios intereses cuando todos sabemos que obedecen al mismo grupo de directivos.