Ciudad de México 20 enero.- Es verde y no juega en Green Bay,
es "mushy" y no son los balones de Tom Brady, el Super Bowl 2017
podría ser la última gran cita del aguacate mexicano con el evento favorito de
los Estados Unidos de América.
La reciente retórica política de Donald J. Trump, presidente de
los EE.UU. contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por
sus siglas en inglés) pone en riesgo a uno de los protagonistas de las mesas
estadounidenses durante el súper domingo.
"Mi administración seguirá dos simples reglas: comprar
americano y contratar americanos. Recordemos que hace unos años usábamos
orgullosos el lema 'Hecho en EE.UU.' y ya no lo vemos más". Afirmó Trump
durante su toma de protesta como mandatario.
El problema radica en que de los 4.2 billones de aguacates que
se consumen al año en EE.UU. solo el 8% es producción local y California es responsable del 83 %
unas 164 mil toneladas según el Centro de Recursos de Marketing para la
Agricultura (2015).
El Atlas Mundial de Comercio de 2014 dice que EE.UU. importó 729
mil toneladas del fruto verde, unas 531 mil toneladas procedían de México (72
%). El ministro de Agropecuarias de México (Sagarpa) Eduardo Calzada aseguró
recientemente que la cifra actual ronda el 80% de su mercado.
Los picos en las importaciones de aguacate mexicano a EE.UU.
llegan durante la semana previa al Supertazón solo en 2016 la cifra impuso un
récord de 278 millones de aguacates.
'Avocados from Mexico' es una compañía que concentra el 60 % del
mercado del aguacate Hass la variante más popular en EE.UU. el año pasado durante la edición 50 del
Super Bowl, pagaron 4.5 millones de dólares por 30 segundos de publicidad. El
spot tuvo notable penetración y sigue activo en YouTube con 3.2 millones de visualizaciones.
El ministro Calzada afirmó que es un negocio de 200 millones de
dólares alrededor del guacamole, pero si se revisa el acuerdo comercial el
producto estrella del campo mexicano podría perder su estatus en ambos lados de
la frontera.
México a pesar de ser el productor número uno es el tercer
consumidor per cápita (7.4 kg por año) y su mercado local solo abarca 55 % de
su producción. Es un hecho que sus exportaciones generan más ingresos y es el
NAFTA el que absorbe alrededor del 85 % del total (EE.UU. más el 4,7 % de
Canadá, unas 38 mil toneladas).
Costa Rica con 8.1 kg e Israel con 7.6 kg consumen más aguacate
por persona que los mexicanos y el mercado EE.UU. el mayor del mundo (46 % de
importaciones globales) pasó de 0.6 kg en 1990 a los 3.1 kg por persona en
2015.
La APEEAM (Asociación de Productores y Empacadores Exportadores
de Aguacate de México) afirma que la demanda del fruto impulsa la producción doméstica en
EE.UU.
pero es abiertamente insuficiente como muestra el Consejo del Aguacate Hass.
Si Trump decide imponer algún impuesto y el mercado EE.UU. se
reduce, México buscaría mercados alternativos como China que según ProMéxico
desde 2013 el crecimiento anual sostenido es de 300 % (partiendo de una cifra
muy baja) o expandirse en Europa donde los beneficios del fruto coinciden con
un boom de alimentación saludable.
Peso a ello la oferta superaría con mucho a la demanda y los
precios bajarían en el mercado local y existirían pérdidas considerables para
los productores, que se dividen principalmente entre Michoacán, Jalisco y el
Estado de México, tierras de donde toma su nombre "ahuacatl" que
significa testículos de árbol en náhuatl.
Sin el NAFTA las importaciones entre México y EE.UU. se regirían
por las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Para acceder al mercado
estadounidense, México tendría que pagar un impuesto promedio del 6.4 % en
bienes agropecuarios y EE.UU. hasta del 38.4 %.
El aguacate pagaría un arancel de 1.32 dólares por kilo por lo
que aumentaría el precio en los estantes estadounidenses según algunos
productores y distribuidores mexicanos en el país vecino.
Las restricciones al aguacate mexicano finalizaron en 2007
cuando el fruto finalmente fue comercializable en California y Florida, esto impulsó
la presencia del aguacate en las tiendas estadounidenses durante todo el año.
La población hispana, la inclusión de la comida mexicana en
exitosas cadenas de comida rápida como Chipotle y el descubrimiento del
aguacate como "superfood" han generado un romance entre el "oro
verde" de Michoacán y sus ávidos consumidores.
La APEEAM estima para 2020 que solo Michoacán, estado del
suroeste mexicano, generará más de 1.6 millones de toneladas, la producción
actual de México más la de la República Dominicana, el tercer productor
mundial.
Cuando en 2015 Costa Rica prohibió la importación del
aguacate Hass mexicano los precios subieron un 90 % en tan solo dos meses, los
centroamericanos recurrieron a Chile que apenas pudo cubrir un 35 % de la
demanda.
Al mismo tiempo la importación de aguacate mexicano se
incrementó un 100 % en Panamá y contenedores con el producto comenzaron a
ingresar a Costa Rica de forma ilegal. Algo similar podría pasar en el Río
Grande/Bravo.
Los estadounidenses están consumiendo más aguacate que nunca un
incremento del 21 % anualmente y su apetito no muestra señales para dejar a su
fruta favorita de lado, menos con el evento deportivo del año en puerta.
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Después
de todo parece ser que para los fanáticos estadounidenses (y mexicanos) un
nacho sin guacamole es mucho peor que una papa sin cátsup.
Buzzfeed