1/25/2017

La estrella que asaltará por última vez el Super Bowl

Ciudad de México 20 enero.- Es verde y no juega en Green Bay, es "mushy" y no son los balones de Tom Brady, el Super Bowl 2017 podría ser la última gran cita del aguacate mexicano con el evento favorito de los Estados Unidos de América.

La reciente retórica política de Donald J. Trump, presidente de los EE.UU. contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) pone en riesgo a uno de los protagonistas de las mesas estadounidenses durante el súper domingo.

"Mi administración seguirá dos simples reglas: comprar americano y contratar americanos. Recordemos que hace unos años usábamos orgullosos el lema 'Hecho en EE.UU.' y ya no lo vemos más". Afirmó Trump durante su toma de protesta como mandatario.

El problema radica en que de los 4.2 billones de aguacates que se consumen al año en EE.UU. solo el 8% es producción local y California es responsable del 83 % unas 164 mil toneladas según el Centro de Recursos de Marketing para la Agricultura (2015).

El Atlas Mundial de Comercio de 2014 dice que EE.UU. importó 729 mil toneladas del fruto verde, unas 531 mil toneladas procedían de México (72 %). El ministro de Agropecuarias de México (Sagarpa) Eduardo Calzada aseguró recientemente que la cifra actual ronda el 80% de su mercado.

Los picos en las importaciones de aguacate mexicano a EE.UU. llegan durante la semana previa al Supertazón solo en 2016 la cifra impuso un récord de 278 millones de aguacates.

'Avocados from Mexico' es una compañía que concentra el 60 % del mercado del aguacate Hass la variante más popular en  EE.UU. el año pasado durante la edición 50 del Super Bowl, pagaron 4.5 millones de dólares por 30 segundos de publicidad. El spot  tuvo notable penetración y sigue activo en YouTube con 3.2 millones de visualizaciones.

El ministro Calzada afirmó que es un negocio de 200 millones de dólares alrededor del guacamole, pero si se revisa el acuerdo comercial el producto estrella del campo mexicano podría perder su estatus en ambos lados de la frontera.

México a pesar de ser el productor número uno es el tercer consumidor per cápita (7.4 kg por año) y su mercado local solo abarca 55 % de su producción. Es un hecho que sus exportaciones generan más ingresos y es el NAFTA el que absorbe alrededor del 85 % del total (EE.UU. más el 4,7 % de Canadá, unas 38 mil toneladas).

Costa Rica con 8.1 kg e Israel con 7.6 kg consumen más aguacate por persona que los mexicanos y el mercado EE.UU. el mayor del mundo (46 % de importaciones globales) pasó de 0.6 kg en 1990 a los 3.1 kg por persona en 2015.

La APEEAM (Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México) afirma que la demanda del fruto impulsa la producción doméstica en EE.UU. pero es abiertamente insuficiente como muestra el Consejo del Aguacate Hass.

Si Trump decide imponer algún impuesto y el mercado EE.UU. se reduce, México buscaría mercados alternativos como China que según ProMéxico desde 2013 el crecimiento anual sostenido es de 300 % (partiendo de una cifra muy baja) o expandirse en Europa donde los beneficios del fruto coinciden con un boom de alimentación saludable.

Peso a ello la oferta superaría con mucho a la demanda y los precios bajarían en el mercado local y existirían pérdidas considerables para los productores, que se dividen principalmente entre Michoacán, Jalisco y el Estado de México, tierras de donde toma su nombre "ahuacatl" que significa testículos de árbol en náhuatl.

Sin el NAFTA las importaciones entre México y EE.UU. se regirían por las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Para acceder al mercado estadounidense, México tendría que pagar un impuesto promedio del 6.4 % en bienes agropecuarios y EE.UU. hasta del 38.4 %.

El aguacate pagaría un arancel de 1.32 dólares por kilo por lo que aumentaría el precio en los estantes estadounidenses según algunos productores y distribuidores mexicanos en el país vecino.

Las restricciones al aguacate mexicano finalizaron en 2007 cuando el fruto finalmente fue comercializable en California y Florida, esto impulsó la presencia del aguacate en las tiendas estadounidenses durante todo el año.

La población hispana, la inclusión de la comida mexicana en exitosas cadenas de comida rápida como Chipotle y el descubrimiento del aguacate como "superfood" han generado un romance entre el "oro verde" de Michoacán y sus ávidos consumidores.

La APEEAM estima para 2020 que solo Michoacán, estado del suroeste mexicano, generará más de 1.6 millones de toneladas, la producción actual de México más la de la República Dominicana, el tercer productor mundial.

Cuando en 2015 Costa Rica prohibió la importación del aguacate Hass mexicano los precios subieron un 90 % en tan solo dos meses, los centroamericanos recurrieron a Chile que apenas pudo cubrir un 35 % de la demanda.

Al mismo tiempo la importación de aguacate mexicano se incrementó un 100 % en Panamá y contenedores con el producto comenzaron a ingresar a Costa Rica de forma ilegal. Algo similar podría pasar en el Río Grande/Bravo.

Los estadounidenses están consumiendo más aguacate que nunca un incremento del 21 % anualmente y su apetito no muestra señales para dejar a su fruta favorita de lado, menos con el evento deportivo del año en puerta.


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Después de todo parece ser que para los fanáticos estadounidenses (y mexicanos) un nacho sin guacamole es mucho peor que una papa sin cátsup.

Buzzfeed

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