4 equipos, 4 modelos (segunda entrega)
Chile siempre ha contado con una fina materia prima lo único que hacía falta era un ebanista que eligiera la técnica precisa para pulir y tallar esa madera de forma artesanal. La "generación dorada" no incluye a los referentes históricos de su fútbol: Elías Figueroa, Marcelo Salas e Iván Zamorano, los dos últimos abrieron el camino de esta brillante selección.
Chile siempre ha contado con una fina materia prima lo único que hacía falta era un ebanista que eligiera la técnica precisa para pulir y tallar esa madera de forma artesanal. La "generación dorada" no incluye a los referentes históricos de su fútbol: Elías Figueroa, Marcelo Salas e Iván Zamorano, los dos últimos abrieron el camino de esta brillante selección.
Marcelo Alberto Bielsa no es solo un director técnico más en Chile, es la esencia del momento más glorioso del fútbol chileno, más que la forma es el fondo, la base del método, la fórmula idónea que cambio no solo una mentalidad sino una actitud en aptitud.
Tras cumplir un proceso de tres años y medio que concluyó como máximo logro una clasificación a octavos de final en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, aún así el proceso no deja de ser calificado como histórico por el gremio futbolístico chileno y resulta inolvidable para los aficionados. Bielsa es el punto de referencia de los triunfos cosechados por Jorge Sampaoli y Juan Antonio Pizzi.
No quito mérito a sus relevos argentinos que supieron interpretar el proyecto, darle continuidad y sumar su aporte. Pero la forma de interpretar el fútbol de Bielsa es única, cuida con pasión el mínimo detalle y gusta de controlar desde la infraestructura donde se entrena, hasta la alimentación de los jugadores. Algunos lo consideran una institución hiperprofesionalizada otros una fórmula destinada al desgaste del futbolista que no ha probado el éxito con títulos.
Es ahí donde la forma y el cómo dejan de lado el resultadismo ordinario que hoy demarcan los tiempos del fútbol. Los equipos de Bielsa son fieles a una idea transmitida a los jugadores que contagia a la tribuna, así se genera un estilo y se llenan estadios. Cuando se le invita a casa a Bielsa se le entregan las llaves de la puerta, del auto y de la recamara o simplemente dará las gracias de forma respetuosa y se despedirá.
No quito mérito a sus relevos argentinos que supieron interpretar el proyecto, darle continuidad y sumar su aporte. Pero la forma de interpretar el fútbol de Bielsa es única, cuida con pasión el mínimo detalle y gusta de controlar desde la infraestructura donde se entrena, hasta la alimentación de los jugadores. Algunos lo consideran una institución hiperprofesionalizada otros una fórmula destinada al desgaste del futbolista que no ha probado el éxito con títulos.
Es ahí donde la forma y el cómo dejan de lado el resultadismo ordinario que hoy demarcan los tiempos del fútbol. Los equipos de Bielsa son fieles a una idea transmitida a los jugadores que contagia a la tribuna, así se genera un estilo y se llenan estadios. Cuando se le invita a casa a Bielsa se le entregan las llaves de la puerta, del auto y de la recamara o simplemente dará las gracias de forma respetuosa y se despedirá.
Los once de la Roja se recitan como número telefónico desde Sudafríca. En algún momento hasta el minuto de los cambios y el sustituto era esperado. No hay rotaciones, no hay desdenes de jugadores internacionales que prioricen a su club, ni el más mínimo invento para cubrir "eventualidades" como aquella lamentable de Arturo Vidal y su Ferrari.
El entrenador tiene todo el respaldo de la Federación es absoluto, condicional y categórico. Es el máximo responsable del seleccionado y así todos lo entienden, en especial los jugadores: Bravo y sus centrales pretorianos, los carrileros incombustibles de siempre, el Rey Arturo, un medio creativo y las dos puntas intratables.
Son 42 los futbolistas que han jugado los últimos dos mundiales y dos copas América, el 60 % repitió al menos en dos torneos. Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Arturo Vidal, Jean Beausejour y Alexis Sánchez los jugaron todos, no es difícil entender porqué se conocen de memoria.
El entrenador tiene todo el respaldo de la Federación es absoluto, condicional y categórico. Es el máximo responsable del seleccionado y así todos lo entienden, en especial los jugadores: Bravo y sus centrales pretorianos, los carrileros incombustibles de siempre, el Rey Arturo, un medio creativo y las dos puntas intratables.
Son 42 los futbolistas que han jugado los últimos dos mundiales y dos copas América, el 60 % repitió al menos en dos torneos. Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Arturo Vidal, Jean Beausejour y Alexis Sánchez los jugaron todos, no es difícil entender porqué se conocen de memoria.
Si bien han tenido tres entrenadores y algún nombre propio cambia por situaciones del fútbol los roles de cada elemento están más que claros, es una orquesta que interpreta el fútbol como sinfonía con la batuta de un director practico y disciplinado en que recae la responsabilidad de vincular cualidades y disponerlas de forma óptima en el terreno de juego.
Si bien cuentan con argumentos sólidos para resolver los partidos en 90 minutos es en los alargues donde han encontrado su zona de confort, cuando al resto le tiemblan las piernas, se le encogen los músculos y la saliva se atraganta. El futbolista chileno no duda y su persistencia (y la de sus entrenadores argentinos) explota su encomiable fortaleza mental y física.
La persistencia chilena fue buscar al más estudioso alumno de Bielsa cuando se fue, la persistencia chilena fue el travesaño hecho tatauaje en la espalda de Mauricio Pinilla, la persistencia chilena fue el 7-0 en California, la persistencia chilena fue el Nacional de Santiago contra Messi y el Kazán Arena contra Cristiano, la persistencia roja no me caben dudas será en Rusia 2018.
Si bien cuentan con argumentos sólidos para resolver los partidos en 90 minutos es en los alargues donde han encontrado su zona de confort, cuando al resto le tiemblan las piernas, se le encogen los músculos y la saliva se atraganta. El futbolista chileno no duda y su persistencia (y la de sus entrenadores argentinos) explota su encomiable fortaleza mental y física.
La persistencia chilena fue buscar al más estudioso alumno de Bielsa cuando se fue, la persistencia chilena fue el travesaño hecho tatauaje en la espalda de Mauricio Pinilla, la persistencia chilena fue el 7-0 en California, la persistencia chilena fue el Nacional de Santiago contra Messi y el Kazán Arena contra Cristiano, la persistencia roja no me caben dudas será en Rusia 2018.