4 Equipos, 4 Modelos (primera entrega)
La estructura alemana ha demostrado en un solo verano en qué consiste un proyecto en el fútbol asociación: detección del problema, planificación adecuada, óptima implementación y desarrollo sustentable. La evaluación vino con los títulos.
Tras fracasar en la obtención de su mundial en 2006 y sin tener un finalista en Liga de Campeones por un lustro. El ganador fútbol alemán sabía que requerían evolucionar si querían títulos de nuevo. Hay que considerar la humildad de un tricampeón del mundo para salir a aprender de los sistemas que entonces los superaban.
Hoy con los capitanes del flamente campeón de Brasil 2014 retirados: Philipp Lahm, Miroslav Klose y Bastian Schweinsteiger. Con sus mejores elementos de vacaciones Tony Kroos, Manuel Neuer, Tomas Müller, Mesut Özil, Mats Hummels y Jérome Boateng. Con sus máximas promesas lesionadas Leroy Sané y Julian Weigl (ambos 21 años). Los alemanes tuvieron que formar 3 selecciones para el mismo verano: Mundial sub-20, Europeo sub-21 y Copa Confederaciones.
Ganaron con autoridad dos de los tres torneos (Europeo y Confederaciones). Su selección infantil que viene trabajando desde 2016 continuó su proceso en el mundial sub-20 llegaron a octavos de final y nadie lo considera fracaso sigue el proceso formativo, los juveniles se coronaron en el Europeo derrotando a los favoritos españoles con un plantel "incompleto" que cedió sus principales figuras Leon Goretzka, Joshua Kimmich, Julian Brandt, Benjamin Henrichs y Timo Werner al equipo que ganó la Confederaciones con una media de apenas 24 años.
Karem Demirbay, Shkodran Mustafi o Antonio Rüdiger que integraron el equipo de Rusia 2017 son algunos de los muchos jugadores de ascendencia inmigrante producto de la integración deportiva y articulada del 2007 impulsada por la Federación Alemana, fueron pieza clave en el equipo capitaneado por el "experimentado" Julian Draxler que con 23 años se convirtió en el jugador más valioso del certamen.
Se imaginan a Brasil sin Gabriel Jesús o la Argentina sin Paulo Dybala. Alemania pasó la estafeta sin dudarlo a Draxler cuando Mario Götze, el prodigio de Baviera y héroe del Maracaná se retiró de forma indefinida del fútbol por problemas en su metabolismo.
La abundancia de "cracks" en Argentina y Brasil donde por idiosincrasia "los mejores" son los que arrastran la pelota e inventan gambetas no se compara con la escuela teutona de técnica y movimiento, control y pase preciso, solidaridad con el compañero. Antes del mundial del 2006 fueron creados 366 centros regionales de futbol, todos ligados a la Federación o algún equipo de primera o segunda división. La idea era desarrollar el talento y convertir en futbolistas a miles de adolescentes.
Desde Matthias Sammer en 1996 no hay un jugador de campo alemán en la tercia final del Balón de Oro. Pero tuvieron a Seeler, Beckenbauer, Müller, Rummenigge, Brehme y Klinsmann. Pasaron de Schumacher a Kahn y luego a Neuer; De Schuster a Matthaus y luego a Kroos. Son una fábrica de producción masiva con altos estándares de calidad. No tienen un Messi o un Maradona porque maquilan futbolistas no piezas únicas y artesanales.
Esos futbolistas son cobijados por clubes, ligas y federación que velan por su inversión, la protegen, fomentan y desarrollan. Emre Çan un todoterreno modelado a lo Beckenbauer y diseñado a lo Matthaus, previo a la semifinal de esta Confederaciones habló del Mundial sub-17 que en 2011 perdió contra México: " Sí perdimos ese juego en 2011, pero ahora, desde luego, queremos ganarles. Anoté un gol, concedimos un gol en tiro de esquina con una chilena y fue un juego muy desafortunado para nosotros”.
El Balón de Oro de aquél mundial infantil juega en la segunda división mexicana y pocos recuerdan su apellido, Emre Çan está tasado en 15 millones de euros y es indiscutible en el Liverpool de Jurgen Kloop, otro alemán que como entrenador fue pulido en procesos largos y pacientes que rompió la hegemonía del todo poderoso Bayern de Múnich con un bicampeonato para el Dortmund (2010/2011).
Pese a fichar por el Liverpool y estar en la agenda de selecciones y clubes como el PSG y el Real Madrid, no es más el entrenador alemán de moda, el título pertenece a Julian Nagelsmann que con 28 años comenzó a dirigir al Hoffenheim y en su primera temporada completa al frente del equipo lo clasificó por primera vez a la Liga de Campeones. No es coincidencia que Joachim Löw tomara el relevo de Klinsmann, ni sus 102 victorias en 152 partidos al frente del equipo, Alemania ha tenido 8 técnicos en 85 años no hace falta mencionar que todos han sido alemanes.
En la mente del verano teutón quedan postales como la del arquero Julian Pollersbeck sacándose de la media izquierda la información de los tiradores ingleses en los penales de las semifinales de la Euro juvenil, una imagen que dio la vuelta al mundo infiriendo el trabajo de los cuerpos técnicos de la Mannschaft.
Igual de brillante fue la actuación de Leon Goretzka ante México en semifinales de Confederaciones cargando sin complejos el dorsal de Kroos e igualándolo en funciones y protagonismo. Timo Werner de la línea de ensamblaje de centros delanteros, debutó en marzo con la selección mayor y culminó su temporada de 21goles en la Bundesliga con el botín dorado de Rusia 2017, tres goles en seis partidos.
La famosa frase testimonial de Gary Lineker dedicada al fútbol alemán parece quedar corta ante una realidad factible de un escenario ficticio, uno donde los alemanes se presenten algún día en un mundial de mayores con un plantel sub-23 y lleguen hasta semifinales, evidentemente perderían contra su selección mayor.
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