4/05/2012

México sigue siendo el rey

Por Carlo Gallardo
Con dinero y sin dinero yo hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley, parte de la letra de "El Rey" de José Alfredo Jiménez. Nunca como ahora había sido tan cuantificable y notorio el dominio tricolor en el fútbol dentro del área.

Históricamente la Confederación Norte, centro y del caribe de fútbol (Concacaf)siempre ha sido dominada por México que puede jactarse de asistir a 14 de las 19 copas del mundo. Ocho de los últimos 13 juegos olímpicos y seis de los once títulos regionales.

Con la victoria de Santos Laguna sobre Toronto en las semifinales de la Copa de Campeones, México asegura tener al campeón del área también a nivel de clubes ya que Monterrey derrotó a los Pumas de la UNAM en la otra llave.

Con esto México cierra un ciclo perfecto a nivel selección y clubes desde 2011 convirtiéndose por primera vez en la historia en campeón mundial sub-17, campeón sub-20, campeón sub-23, campeón de Copa Oro y campeón de clubes.

Nunca como hoy se había podido cuantificar el éxito y dominio del gigante en cada competencia que se ha puesto en disputa en la zona. No importa el certamen,la categoría o la sede. México arrasó en todo lo que tuviese un balón de por medio y dos porterías durante este ciclo.

Si bien la Concacaf a nivel internacional presenta un palmarés que se reduce a 3 títulos de la FIFA (Copa Confederaciones 1999, Mundial sub-17 2005 y 2011) todos son de los verdes. Ni siquiera Estados Unidos con su infraestructura millonaria y un desarrollo cíclico y sustentable en cada área deportiva ha logrado un solo éxito a nivel global en la rama varonil.

México ganó la Copa Oro 2011 a Estados Unidos con un categórico 4-2, consiguiendo así su pase a la Confederaciones de Brasil 2013. Ganó, convenció y terminó invicto el premundial sub-20 de Guatemala 2011 y recientemente la eliminatoria olímpica. Lo último aconteció ayer , será mexicano el campeón de clubes y un equipo azteca asistirá a Japón por séptimo año consecutivo.

Si bien el área presenta un pobre desarrollo futbolístico en términos generales. México ha demostrado antídotos de como se debe jugar contra la fuerza y velocidad caribeña, la entrega y calidad individual de los centroamericanos, y la disposición táctica, disciplina y cada vez mas depurada técnica de los vecinos del norte.

México con un mismo sistema 4-4-1-1 en cada categoría ha venido sumando las cualidades del típico jugador mexicano como habilidad, técnica y velocidad; un estricto orden, disciplina y mentalidad de la que había adolecido por décadas.

La cantidad de jugadores mexicanos de categorías menores que han dado golpes de autoridad en torneos de todo el orbe no ha pasado desapercibida. Los Vela (Arsenal) y Dos Santos (Totenham) que brillaron en Perú en 2005 a sus cortos 23 años pueden ser opacados en las próximas olimpiadas por los Hernández, Pulido, Torres, Aquino, Guarch, Ávila, Rivera y Cortéz.

México como nunca tiene opciones en la llamada cantera o fuerzas básicas, cada generación mexicana parece llegar no solo con más talento sino con más hambre de triunfo, hecho que marca el rumbo de la última etapa del fútbol azteca.

Los más jóvenes los menores de 17 además de portar con orgullo el título de campeones del mundo, meten presión a los " viejos" que solo se pudieron quedar con el tercer lugar en el mundial sub-20 de Colombia.

Los éxitos obtenidos en estas categorías a nivel mundial transforman en obligación la presencia de los tricolores en lo más alto del podio en los torneos regionales. La Copa Oro arrojó en su última edición un golpe sólido al eterno rival tras senda goleada como visitante, coronado la fiesta con un gol de antología de una de las perlas aztecas.

Se ganó recientemente el pase a los Juegos Olímpicos, con el invicto intacto y el orgullo a cuestas todo esto sin la presencia de las figuras del Mundial Sub-20, todas ellas pidiendo minutos y ganando experiencia en ligas europeas.

El cerrojo lo han puesto los clubes ayer, que han echado por tierra las argucias de la Concacaf, con los calendarios y cruces dispuestos para eliminar en la medida de lo posible una final mexicana.

La cereza del pastel será Londres, un torneo corto y con solo 16 equipos, sin la bestia negra presente, en el caso mexicano una bestia celeste y blanca. Un certamen que no solo otorga premio al campeón y que dibujaría otro éxito en el joven camino de logros tricolores. El quinto partido deseado sería ya la disputa por una medalla.

La crítica siempre será la misma el nivel de los rivales, pero México no eligió su zona geográfica y cuando ha asistido a la Copa América, ha terminado dentro de los cuatro primeros en cinco de sus ocho participaciones, incluidos dos subcampeonatos.

México ha apostado por los jóvenes y comienza a facturar lo sembrado en las últimas décadas por un grupo de fuertes inversores que descubrieron que en este deporte, es mucho más redituable una inversión a largo plazo que sacar los ahorros a cada traspié.

Para bien o para mal los "capos" del fútbol en México, los que dan la cara en la Federación local por algunos de los hombre más ricos del país, demuestran poco a poco con resultados que el negocio del fútbol se puede convertir en una industria trasnacional y que México no solo tiene mercado, también capitales.

De momento México, el gigante, sigue siendo el rey, que siga cantando José Alfredo a quien le dijo un arriero que no hay que llegar primero pero hay que saber llegar.

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