6/04/2014

Fútbol sin fronteras

El fútbol ocupa un lugar preponderante en diversas culturas y se convierte en un escenario para la exposición de virtudes y defectos de las sociedades que representa, como un reflejo. Pero hoy como nunca el Mundial encuentra un sentido de pertenencia totalmente globalizado.

Los desplazamientos sociales, flujos migratorios o la búsqueda de un mejor entorno profesional han situado a un gran número de jugadores con la posibilidad de participar por dos o más naciones en competencias internacionales.

Se parte de tres premisas: futbolistas que pese a su origen distinto han decidido jugar por el país en el que han nacido; aquellos que prefieren representar al país de su ascendencia y, finalmente, los que han decidido jugar por la nación que los acogió en su actividad profesional.

ANTECEDENTES.

Luis Monti, subcampeón en la primera copa, allá por 1930, no solo fue el primer goleador en un Mundial con la albiceleste argentina. Cuatro años después alineó con Italia y consiguió el título.

Ferenc Puskas jugó por Hungría en 1954 y para España en 1962. José Santamaría vistió la celeste uruguaya en 1954 y la roja española en 1962. El brasileño Mazzola fue campeón en 1958 a lado de un joven Pelé y actuó para Italia en 1962.

En 2004 la FIFA amplió las reglas de elegibilidad para selecciones, como reacción contra los países de Oriente Medio que naturalizaban extranjeros para jugar por esas naciones. Hasta entonces, para cambiar de camiseta nacional solo se respetaban aspectos geopolíticos. 

Es el caso de las figuras yugoslavas Dragan Stojkovic, Robert Prosineski y Davor Sucker, quienes jugaron el Mundial de Italia 1990. Posteriormente, en 1998 el primero representó a Serbia y Montenegro y los otros a Croacia.

Dejan Stankovic escribió su nombre en la historia por disputar tres mundiales con distintos países: Yugoslavia en el Mundial de Italia de 1990, Serbia y Montenegro en el de Francia de 1998, y finalmente Serbia en el de Alemania de 2006.

Los artículos 17º y 18º de la FIFA contemplan las condiciones que deben cumplirse para que un jugador adquiera una nueva nacionalidad, haciéndose específicas en 2009, cuando se eliminaron restricciones para que jugadores cambien de federación desde categorías inferiores.

Alexander Zahavi, oriundo de Los Ángeles, EE.UU., representó a Portugal hasta el Sub-19, luego jugó con Estados Unidos en el Sub-20 y finalmente a nivel mayor con Israel.

LA LEGIÓN EXTRANJERA.

Para Brasil 2014 hay varios mundialistas que no han nacido en el país que representan. Figuras como Lukas Podolski y Miroslav Klose, nacido en Polonia jugarán para Alemania, o el argentino Gonzalo Higuaín, nacido en Brest, Francia.

Además del "Pipita", Francia podría tener además de sus 22 seleccionados - se descuenta a Patrice Evra, nacido en Dakar, Senegal- otro equipo de jugadores nacidos en su territorio pero que lo harán representando a otros países, principalmente africanos. 
Buen ejemplo es la lista de Argelia, con 16 de sus 23 seleccionados nacidos en territorio francés, incluidos sus figuras Yacine Brahimi (Granada), Sofiane Feghouli (Valencia), y Saphir Taider (Inter de Milán).

Alemania, otro país receptor de emigrantes más allá de los elegidos para representar a "Die Mannschaft", tendrá en el mundial a los "Klinsmann Boys" de Estados Unidos: John Brooks, Fabian Johnson y Jarmaine Jones, nacidos en Alemania, además de Julian Green y Kyle Beckerman, de origen teutón.

La selección estadounidense también cuenta con futbolistas de ascendencia hispana, como son el caso de Alejandro Bedoya, de padres colombianos, y los de procedencia mexicana como el arquero Nick Rimando y el defensa Omar González. Otro “mexicano”,  Joe Corona, ha quedado fuera de los 23 seleccionados para el Mundial de Brasil.  

Daniel Davari, portero de Irán, o los defensas cameruneses Joel Matip y Maxim Choupo-Motig, son otros "alemanes" que estarán en la justa. No hay que olvidar al medio ofensivo Kevin Prince-Boateng, jugador nacido en Berlín, que alineará por Ghana.

Curiosamente, el medio hermano de Kevin, Jérome Boateng, aparece en la lista alemana para disputar Brasil 2014. Hace cuatro años escribieron ambos un capítulo insólito en la historia de los mundiales al disputar un partido en primera ronda como rivales.

Ante la posibilidad de jugar la Copa, algunos futbolistas brasileños eligieron representar al país con el que, al menos en principio, entablaron un vínculo profesional: Pepe (Portugal) y Diego Costa (España) son los más conocidos, pero Sammir y Eduardo lo harán con Croacia; y Thiago Motta en Italia. Rómulo se ha caído a última hora de los seleccionados italianos.

Argentina, otro de los grandes exportadores de talento, tendrá en Brasil 2014 a Gabriel Paletta jugando en la zaga italiana.

Chile tiene en su lista los casos de Jorge Valdivia nació en Maracay (Venezuela) y Miiko Albornoz en Estocolmo. Jean Beausejour, zurdo de origen haitiano, formaría una notable delantera para la isla caribeña si la complementara Jozy Altidore, quien jugará para EE. UU.

Manteniendo el reflector en Concacaf, resulta que Canadá también "jugará el mundial". Jonathan de Guzmán nació en Toronto pero representará a Holanda. Asmir Begovic, el portero titular bosnio, incluso jugó el Mundial Sub-20 del 2007 con el país de la hoja de maple.

Las guerras de la antigua Yugoslavia tuvieron un gran impacto migratorio en Europa. Se puede tomar a Suiza como ejemplo. Por los helvéticos jugarán Blerim Dzemaili (macedonio), Valon Behrami y Xherdan Shaqiri (kosovares) mientras que Izet Hajrovic e Ivan Rakitic, nacidos en Suiza, representarán a Bosnia-Herzegovina y Croacia respectivamente.

Durante las eliminatorias europeas para Brasil 2014, Adnan Januzaj, si bien optó por Bélgica, pudo jugar por la nacionalidad de sus padres, Albania o Kosovo, por la de sus abuelos, Serbia o Turquía, o por Inglaterra, ya que su residencia de cinco años en Manchester lo hacía elegible.

Flujos migratorios sociales hacen que Turquía tenga en Mesut Özil (Alemania) o Gökhan Inler (Suiza) algún consuelo mundialista. Otro alemán, Sami Khedira es de origen tunecino. En el equipo de Grecia estarán el checo Loukas Vyntra, el albanés Panagiotis Kone y el alemán José Holebas, de padre griego y madre uruguaya. La joven estrella del Liverpool, Raheem Sterliing nació en Jamaica, pero jugará por Inglaterra.

Motivos semejantes hacen que Miguel Ponce, estadounidense, juegue por México, o que Oscar Duarte (Nicaragua) represente a Costa Rica. Los caboverdianos Nani y Gelson Fernandes vestirán la camiseta portuguesa y la suiza, respectivamente. En Suiza se alinea el defensa Ricardo Rodríguez, de padre español y madre chilena, nacido en Zúrich. Su compatriota Philippe Senderos también es de ascendencia española.
 Noruega  tendrá una digna representación en Mikkel Diskerud (EE. UU.), Adam Kwarasey (Ghana) y Mathis Bolly (Costa de Marfil).

El gran colofón lo representa el caso de Steven Beitashour, un iraní-estadounidense, quien supera cualquier conflicto ideológico. Le conocen en San José (California) como "Stevie", mientras que es apodado "Beita" por sus compañeros en el seno del aguerrido equipo persa. En suma, fútbol sin fronteras. 

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