12/31/2013

2014

Para este país que todavía convive peligrosamente con la violencia deseo que identifiquen sus metas y luchen por lograrlas  sin olvidar su pasado.

Como catarsis social deseo que se precipite el cierre de la brecha intolerable entre los favorecidos y el resto.

Que los "beneficiarios" de las políticas públicas contribuyan para la superación de la pobreza física, intelectual y de valores

Porque no hay reforma alguna que sin justicia social no sea mezquina y falsa. Ojalá que el 2014 traiga para mi, para ti y para todos lo mejor de siempre.

Nos vemos en Brasil o en mi nueva meta.

10/17/2013

La dictadura perfecta


"Espero no parecer demasiado inelegante por decir lo que voy a decir"...

Verano boreal 1990. El mejor fútbol del mundo se llama Calcio, además Italia por segunda vez en su historia será anfitrión de la justa mundialista. Holandeses y alemanes se disputan el honor de Milano mientras un argentino revoluciona el fútbol desde el sur.

Inglaterra convulsiona, Margaret Tatcher evidencia que la tragedia de Hillsborough fue causada por un mal trabajo de los controles policiales. La UEFA sanciona a sus clubes de competiciones europeas por 5 años.  

Edgardo Codesal terminó con éxito el partido de vuelta entre Israel y Colombia en el Estadio Ramat Gan por el repechaje del decimosexto mundial, aún desconoce que no volverá a pisar territorio argentino.

 En América Roberto "Condor" Rojas es suspendido de por vida por simular un ataque de hinchas brasileños durante la eliminatoria. Chile es castigado por cuatro años. Al norte del continente otro paga la misma sentencia, en México se dejó de hablar de fútbol.

El chivo expiatorio del tema "Cachirules" es Antonio Moreno un periodista colaborador de José Ramón "Judas" Fernández. Sin embargo la historia oficial apunta al error puntual de una secretaria en la honorable e inmaculada Federación Méxicana de Fútbol.

Entonces ni siquiera Guillermo Cañedo, quien había salvado el pellejo de Havelange organizando un mundial en meses cuando Colombia no pudo culminar el ciclo, pudo limpiar tanta mierda y FIFA tuvo que castigar al reciente anfitrión de su fiesta.

De esa lección México, mejor dicho sus federativos aprendieron poco. Estiran la cuerda hasta un punto de tensión insoportable. La capacidad camaleónica, adaptativa, metamórfica roza lo admirable. Disimulan, encubren, ocultan y disfrazan todo o casi todo.

Multipropiedad, torneos cortos, amistosos en Estados Unidos, derechos televisivos, compra de franquicias, LigaMX, descenso, draft, naturalizados, pacto de caballeros, clembuterol, Carmona, Galindo, Berlanga, Lara, Azcárraga, Salinas, Codesal, Urrea, Puebla, Atlante, Colibríes, Curtidores, Ahumada, cerveceras, cementeras y hasta Slim.

Dueños-presidentes, presidentes que no son dueños, directores deportivos-comentaristas, entrenadores especialistas, sociedades anónimas, Vergaras, grupos políticos, cambios de sede, lavado de dinero y hasta vínculos con el narcotráfico.

Cuesta mucho balancear todo eso con dos mundiales infantiles y una medalla olímpica.

Ni Grondona tirano de América del Sur, ni el Calciopoli son rivales. Jack Warner embriagado de poder intentó una rebelión en la zona con el apoyo inagotable del voto caribeño y el consorcio Traffic para enfrentar a la Soccer United Marketing(SUM)y la imperialista Televisa. 

Antes de empezar el otoño de 1990 Alemania ya era el nuevo campeón del mundo y México está listo para iniciar intacto un nuevo proceso mundialista. Pero mientras eso ocurre se lleva a cabo en nuestro país el "Encuentro Vuelta: La experiencia de la libertad". 

El episodio congregó a 40 pensadores (varios Premios Nobel) discutieron sobre diversos temas: libertad, religión, nacionalismo, economía, justicia, socialismo. Curiosamente el evento fue difundido por una estación por cable del grupo Televisa.

 En un debate encausado por Enrique Krauze, Octavio Paz matizaba incendiarias opiniones de Mario Vargas Llosa que darían la vuelta al mundo. El hincha confeso del Universitario Deportes, al que le faltaban dos décadas para ganar el Nobel, definió a México (y a su fútbol...) como la dictadura perfecta.  

9/12/2013

Indómito

No es la reencarnación de Héctor ni de Sigfrido. No hay hombre o héroe en la mitología de los hombres que asemeje su naturaleza indomable. Entonces tal vez alguna bestia, del pegaso comparte el mismo temple bravío y nobleza.

Ni 222 días en el averno, ni una lanza en el corazón tras renunciar a Londres, pudieron con su combatividad genética y autoridad incontestable. El último héroe de los hombres se abre paso entre los mastodónicos titanes y reclama su sitio en el Olimpo.

27 años de extraordinaria capacidad para ofrecer variantes en su propuesta. La evolución es innegable, sus más adustos críticos aún embelesados por sus incansables corridas y su portentoso efecto magnus, seguimos juzgando sin sentido la estética de su juego.

Un criterio exagerado si consideramos que el ribete lo impone ese  adversario que todavía la historia encumbra como el mejor de todos. Ese que interrumpió su tiranía en Roland Garros pero por el que tuvo que abonar lágrimas en Melbourne.

Aún así la última versión mostrada por Odiseo, Ulises o sencillamente Rafael es sublime. Cualquiera que guste del juego queda absorto por las cualidades de "El muro", mote que en plena metamorfosis encuentro muy obsoleto.

El fantástico intercambio de 54 pinceladas en el lienzo de Flushing Meadows contra el icono del nuevo orden, denota la resistencia que siempre lo caracterizó, pero ahora aderezada con el sosiego de la decisión previa a cada impacto y un notorio repertorio de golpes.

Nadie puede negar la evolución de aquél que embistió la campaña del 2010 cuando su saque plano sobrepasaba los 200 kph. El lunes tras conquistar Nueva York en cuatro sets, su promedio de velocidad fue de 158 kph con un lacerante saque abierto con slice.

El passing shot intacto, el drive inmaculado y el "banana" shot (su variante del liftado) perfeccionado con esa incesante rotación que solo él imprime a la bola perpendicularmente que provoca una trayectoria de fuera a dentro de la pista a 10 centímetros de la superficie.

Ya son pocos los datos que no ilustran a Nadal como uno de los mejores de la historia. En arcilla hace tiempo que no dejó lugar a especulaciones, pero los trece grandes más su inverosímil cantidad de Masters (26) lo apuntalan en el podio.

Rafa se luce con una impecable marca de 21-0 en superficie dura este año y solo tres derrotas en la temporada. En el ranking sigue siendo segundo por una vaga cuestión matemática que no aguantará su ímpetu en Asia.

Al iniciar la gira Latinoamericana reconoció que tomaría algunos riesgos, el primero fue el trazado de su temporada que sin importar los resultados obtenidos seguiría ad verbum ad litteram. El segundo fue la Aeropro Drive GT de Babolat.

El arma que esgrime es como si fuese adherida quirúrgicamente a su potente brazo de carbono. Los filamentos de tungsteno inician en sus venas y terminan en la versatilidad y torsión de las cuerdas que aumentan la precisión en cada juego.

Zevallos y Darcis son anecdotarios en una temporada con el 95% de efectividad en la que además se da el gusto de rechazar un avión privado intercontinental para jugar de nuevo por España. Una decisiva Davis por la permanencia en el Grupo Mundial.

Magistral, virtuoso, triunfador, es una maquina perfectible del tenis pero más allá de todo Rafael Nadal simplemente posee un espíritu indómito.

7/22/2013

Orientales saben cumplir

La selección uruguaya de fútbol suma 19 títulos internacionales: 15 Copas América y 4 Mundiales de fútbol (las primeras dos ediciones de Juegos Olímpicos fueron avalados por FIFA como Campeonato del Mundo). Cifra envidiable de logros si consideramos variables como población, región geográfica y economía.

Sin embargo la Celeste tiene activos codiciados en el mundo del fútbol. Porteros solventes, defensas aguerridos, mediocampistas todoterreno y delanteros exquisitos. Siempre se puede seleccionar entre su amplio menú y deleitarse del bufet.

La República Oriental del Uruguay, abarca apenas 176 mil km² el segundo país más pequeño de Sudamérica y posee la décima población del subcontinente con poco más de 3 millones. Limita al noreste con el pentacampeón del mundo y al oeste con un bicampeón que presume a los mejores futbolistas de la historia.

Comparados con Europa su palmarés no palidece: España, los mejores de hoy, tienen un mundial, 3 títulos europeos y un oro olímpico. Si sumamos los logros de los mejores de siempre: Alemania e Italia engloban 7 mundiales, 4 europeos y una presea áurea.

A nivel de clubes Uruguay ha ganado 17 títulos entre los que destacan seis Intercontinentales. Un fútbol único, un modelo único, en un país único. Siempre han estado más allá de la garra, igual destilan un Francescoli que un Montero. Un Schiaffino o un Forlán.

Según señala el diario El Observador -con notable investigación al respecto- Uruguay exportó más de 1500 jugadores en los últimos diez años. El último semestre vendió futbolistas a equipos en Minsk, Managua, Dubai e incluso Sered una pequeña localidad en Eslovaquía.

El mercado de piernas charrúa solo está por debajo de Brasil y es equivalente al argentino, pese a que éstos países superan la población de Uruguay por sesenta y trece veces respectivamente.

Solo en el mercado de pases más reciente vendieron 112 futbolistas. Nacional y Peñarol, sus buques insignia, negociaron más y mejor. Pero equipos modestos como Tanque Sisley o Rampla Juniors se desprendieron de hasta ocho jugadores.

En una década, Nacional de Montevideo colocó casi un centenar de jugadores en el mercado extranjero seguido por Peñarol (84), Defensor Sporting (71) y Danubio (69).

Como en toda Latinoamérica, el fútbol ocupa un lugar preponderante en la cultura uruguaya, donde el entorno social incita a los jóvenes a hacer una prometedora carrera que difícilmente lograrían en otros ámbitos del desarrollo humano.

Los clubes incapaces de retener sus talentos debido a su economía o la falta de competitividad con mercados foráneos, desarrollan sistemas redituables de venta que incluyen cesiones de derechos a intermediarios o la retención de porcentajes de la ficha total del futbolista.

No importa si son los 8 millones de euros (cifra récord) que el Liverpool inglés pagó por Sebastián Coates en 2011 o la cesión de Juan Carballo a la tercera división Paranaense. El balance de la liga ha superado los 17 millones de euros de forma sostenida por un lustro.

Todos estos éxitos están respaldados por un sistema camaleónico que produce, se desarrolla y se mimetiza de forma natural a lo que dicta la macroeconomía del balompié y cuando eso no es suficiente el estado no duda en intervenir.

En 2009 el entonces presidente del país, Tabaré Vázquez, aprobó una ley que benefició a los clubes, incrementando el porcentaje recibido en transacciones por los años de formación. También prohibió conflictos de interés entre agentes de jugadores y la cúpula de clubes deportivos

Hoy ante tanta concupiscencia alrededor del futbolista. Cuando la vorágine comercial explota al jugador como producto mediático, y las restricciones económicas y reglamentarias fallan ante el lucro sin las directrices básicas de ética interviene la "garra charrúa".

El gobierno oriental crea el plan "Gol al Futuro" que exigirá a los jugadores de Primera y Segunda división el certificado de estudios secundario y además será un requisito para competir con la selección nacional.

El proyecto a cinco años, es parte de un programa nacional para la formación integral del futbolista sustentado en la educación. Este proyecto incluye a los 3.600 jugadores de las categorías formativas de todo el país a partir de la cuarta división.

Asimismo ante la escalada de violencia del fútbol y el secuestro del espectáculo por parte de barras bravas, que algunos sectores señalan con influencia dentro de los clubes. De nuevo el gobierno ahora presidido por José Mujica decide intervenir.

Logrando ayer que los clubes se comprometieran a aprobar en horas el estatuto de FIFA que prevé restar puntos en caso de disturbios. Además del compromiso de adquirir la tecnología de reconocimiento facial para el registro digital de aficionados violentos.

La presión federal resultó tras retirar la fuerza pública de los estadios Centenario (Peñarol) y Parque Centra l(Nacional) lo que orilló a la Mutual, la asociación de futbolistas profesionales del país, a negarse a jugar por obvias cuestiones de seguridad.

Todavía con la estructura de la federación uruguaya estremecida tras la polémica y entramada salida de Sebastián Bauza, quien afirmó se marchaba "por la falta de gobernabilidad en el fútbol", Mujica sentó de nuevo las reglas del juego haciendo cumplir sus exigencias.

"Yo me metí con la tribuna, no con el fútbol", contestó sobrio Mujica cuando un periodista le preguntó por la investigación iniciada por FIFA y Conmebol y la posible sanción de comprobarse la injerencia externa en la administración de la federación uruguaya.

Aún están por discernirse las consecuencias dentro y fuera del campo que tendrán las luchas de poderes e intereses (televisivos y políticos) en el balompié celeste, sin embargo no pueden pasarse por alto la gestión orgánica y constitutiva que han desarrollado por décadas.

El fútbol uruguayo es un modelo en muchos sentidos y pese al momento de crisis actual, con estas iniciativas instalan un precedente en el fútbol de alto rendimiento que además, puede propagarse como agente de cambio en regiones donde la pasión por el deporte exacerba frustraciones y genera violencia.

El fútbol uruguayo planta cara y le dará fuerza a la materia prima del fútbol para que contagien del campo hacia afuera los verdaderos valores del fútbol. Los orientales saben cumplir.

6/20/2013

Como samurai

México y Japón se convirtieron en los primeros eliminados de la Copa Confederaciones. Las sensaciones dejadas por ambos equipos son diametralmente opuestas.

Mientras Japón debe mostrar grandeza para tolerar la injusticia de un resultado, México murió de nada entre decisiones  apresuradas mimetizadas en el espejismo de la entrega y la lucha.

Los preceptos clásicos de la filosofía samurai dan vital importancia a la forma de sucumbir por una causa, incluso la auto inmolación para evitar la vergüenza de la derrota.

México  se despide confundido, pensando que  transpirando se asegura un  rendimiento futbolístico con base en la deconstrucción  del rival. 

Japón potencia sus calidades individuales a través de la coordinación de esfuerzos y explotación al límite de las mismas.

"Nadie estimula condiciones que no existen y nadie activa potenciales afectivos que el ser humano no tiene", alecciona Marcelo Bielsa

México demostró que poseer aptitudes y condiciones no es lo mismo que saberlas disponer en el terreno de juego. No alcanza con la materia prima,  hay que procesarla.

Mientras los japoneses se imponían a la jerarquía de un tetracampeón del mundo con ímpetu y ritmo frenético que por mucho excede  la influencia de su entrenador,  los mexicanos se aferraban al orden limitante del suyo.

 Uchida y Nagatomo parecían Roberto Carlos y Cafú, Okazaki arrollaba a lo Van Basten y Honda derrochaba talento maradoniano. México simplemente esperaba una variante muda desde el banco.

Al final termina siendo lo más sencillo para el jugador sudar la camiseta y quitarse la responsabilidad de pensar, crear o imaginar. Se privilegia el esfuerzo y la lucha cuando eso debería estar implícito.

México regresará a su eliminatoria a seguir ponderando los mismos valores equivocados y calificará sin problema por el sistema de competencia. Japón se va eliminado del torneo con los deberes  hechos y  lecciones aprendidas para un Mundial que ya se aseguró. Al final parece mejor despedirse como samurai. 

6/11/2013

Exotismo confederado

 La Copa Confederaciones nace en el extravagante terruño de un principado saudí que intentaba deleitarse de fútbol donde no lo había. Un visionario comerciante tomó la idea, le dio oficialismo y la rebautizó.

La Copa es tan inusual que tiene en su palmarés a Dinamarca (1995) y México (1999). Desde que tomó cierta consideración los campeones solo hablan francés o portugués. También han disputado el torneo invitados singulares como Canadá, Irak y ahora Tahití.

Dentro de los datos duros del certamen encontramos como su mejor participante a un histórico. Además de tres títulos Brasil encabeza estadísticas como goles anotados con 64 (duplica al segundo, Francia) y figura con 28 partidos jugados, más que Japón (tercero) y Australia (cuarto) juntos.

México segundo en cantidad de encuentros, gusta de tener un pase casi "vitalicio" al evento que ya ganó como local. Suele jugar sin presiones (como todos) y aquí es donde presume de sus mejores partidos contra los grandes.

La vitrina del paradisíaco destino ofrece el escenario perfecto para que José Manuel De la Torre adecúe su equipo. Que ofrezca la versión deseada del tricolor para Brasil 2014. Alejada en mucho de la rocosa eliminatoria "concacafkiana".

Jugar contra Italia y Brasil en tres días y un posible cruce oficial contra España, situarán a México en su realidad futbolística tan dilatada por un oro olímpico o tan vilipendiada por su falta de estilo y generosidad con el espectáculo.

Pintoresca de cepa la Copa se muda a las carnavalescas Río, Bahía y Belo Horizonte donde seguirá acrecentando su catálogo. No importa si se baila samba, flamenco o tarantela esperemos que acompañe el mariachi en ese exotismo confederado.

5/28/2013

Región cuatro




El conformismo destruye, la aceptación de la realidad como destino y no como un desafío limita, además coarta la imaginación de  escenarios alternativos de un futuro que se espera como penitencia inevitable.

Los mexicanos en general somos audiencia de gestas increíbles que el deporte aporta, admiramos con envidia desde la televisión  triunfos que parecen gloriosos, incluso participamos de festejos ajenos que tratamos de apropiar buscando justificaciones insulsas.

El partido de fútbol del domingo por la noche no solo rescata en particular al americanismo de su escarnio mordaz y cíclico. Rescata en general al fútbol mexicano y hace propia y tangible una historia digna de celebración.

A cuenta gotas el fútbol mexicano puede presumir triunfos de alto calibre que le den credibilidad y cotización internacional. Para terminar pronto solo una medalla dorada y un par de títulos infantiles. A nivel de clubes es todavía más arduo presumir de algo.

Minutos de desorden táctico, fe, iniciativa, apoyo mutuo y extrema resistencia física... en resumen intrepidez y cojones, avalan un triunfo épico que de no haberse conseguido así generaría especulaciones. 

El onceavo título azulcrema no da pie a nada, americanistas y antiamericanistas admiraron el desarrollo del partido y más allá de los colores, el campeonato redime la esencia de un deporte pisoteado por el lucro del negocio.

El protagonista no podía ser otro, tenía que ser el polarizado América, el que no da espacio para grises. El único capaz de convencer al más reacio con sus galones e historia a cuestas. Dicen que la diferencia entre ser y parecer es la duración de la pose.

El antagonista era ideal como si fuese un guión cinematográfico el destino había puesto a un rival histórico que buscaba sacudirse su propio paludismo. Solo los buenos rivales engrandecen, pobres de los equipos que nadie ama, odia o llora.

Los clásicos viven de momentos y los momentos son jugadas, goles nombres y errores que deciden campeonatos. Con el ímpetu que caracteriza a los bárbaros, América se lanzó al frente cuando ya no tenía un solo argumento futbolístico para seguir ofendiendo.

Después llegaron dos goles descomunales (en lo anímico), nada exquisitos, sin delicadeza, sin estética pero lograron lo que días antes guardadas las distancias geográficas y de calidades no pudieron hacer Real Madrid, Barcelona y Dortmund. 

Hay que empezar enamorándose de las diferencias porque las cosas en común duran poco y copiadas menos. Se suele desechar con juicios de valor sin argumentos la legitimidad de ser campeón en México con la simplicidad de señalar el código postal.

Hoy Benítez, Perea o Basanta hablan mejor del fútbol mexicano y su competitividad que la mayoría de aficionados que se siguen disfrazando de azulgranas o merengues. Todos ellos responden con calidad y orgullo su lugar de procedencia en cada convocatoria.

"A México van todos y se regresan todos... con plata pero sin ganar nada" dijo Ricardo La Volpe hace algunos años cuando le cuestionaron los medios su llegada al timón de Boca Juniors.

Pep Guardiola ha reconocido en diversas ocasiones que aprendió en a "salir de novios" desde el fondo en nuestro país y que la calidad de los zagueros no está vinculada con su físico.

Beenhakker, Cappa, Bielsa, Menotti, Milutinovic hasta Sven-Göran Eriksson aprendieron lo complicado que es el velipendiado fútbol mexicano, aún así reconocen en cualquier meridiano su competitividad que muchos aquí ven con desgano por su implicación y distancia.

En nuestra cotidiana urgencia donde se pondera lo económico a lo deportivo y la primera necesidad es sobrevivir entre televisoras, la multipropiedad y el sistema de (in)competencia, partidos como la final del domingo dan oxígeno puro y verosimilitud al deporte. 

Un deporte que en México cuenta con más vicios que virtudes y que en tres minutos, dos tiempos extras y ocho penales ganó más credibilidad que con todos los protocolos y mercadotecnia que maquillan la nueva Liga MX.

Abracemos entonces el triunfo americanista no como un título más, sino como la revitalización de un futuro mejor para el balompié azteca que nos ilusione como con las fábulas europeas pero siempre en región cuatro.

4/23/2013

"El Mole"




Adolfo es un maestro universitario extravagante, fuera de esquemas y arquetipos. De esos que te comen la oreja y te hacen devorar páginas con soltar bibliografías. Te inmiscuye en discusiones silogistas incesantes que exceden aulas y terminan en bares.

Implora por asertividad, alienta el pragmátismo, valora la implicación y la distancia como esencia de opinión. Distingue el insulto del argumento a partir del respeto, califica con un ceño y se pasa la asistencia por los huevos.

Es la primera vez que en tres años vi entrar "oyentes" a una clase en mi pusilánime universidad. La materia es lo de menos, la gente lo viene a escuchar y con suerte aprehender. Zambo, gafapasta y la misma mezclilla de siempre.

 El tipo es elocuente en clase y ecuánime ante el juicio, parece improvisar sus sesiones, ocasionalmente consulta y escribe en su librito de bolsillo. Su dialéctica engancha, seduce, deleita los oídos más exigentes y amortigua ideas en las mentes aletargadas.

No parece mayor que cualquier otro en el salón pero al hablarnos desparrama experiencia y describe una trayectoria académica cosmopolita. Hoy luce particularmente aciago y distante.

Matías y yo nos hemos instruido de sus lecciones hasta en el billar de la esquina, incluso alguna vez pagamos una apuesta futbolera que terminó con inasistencias el lunes. 

Con la ingenuidad del alumno cómplice que se siente amigo preguntamos porqué tan mamón. Tajante respuesta "Hoy no estés chingando Mati". Igual detectó la honesta intención o solo que fuimos los primeros en preguntar pero reculó y nos invitó a su casa la noche siguiente.

Vivía literalmente en una troje purépecha. La desmontó cerca de Patzcuaro y la armó con precisión en la carretera federal a Cuernavaca, según explicó. El lugar era reflejo de su actitud: diseño sustentable, energía renovable, captación de lluvia, horno de leña, hortalizas orgánicas, cultivo hidropónico, etcétera.

Una vez dentro el lugar era todavía más acogedor me parecía un chalet suizo, aunque tampoco conozco ninguno. Sobre los gruesos tablones hábilmente unidos por ensamble y cuatrapeo sin un solo amarre, lucían incontables crucifijos de todas formas y materiales.

La reunión empezó sin muchos invitados a todos nos presentó como sus "kohai". Se hablaba igual inglés, francés que italiano. Después de cenar comida libanesa en el exterior se encendió una fogata, todo mientras el vino y los mosquitos hacían estragos.

Cuando la noche se hizo larga indagamos sobre las creencias religiosas de Alberto por aquello de las cruces, Alberto movió la cabeza y nos preguntó si queríamos un trago indeleble al paladar y destapó lo mejor de su cava.

Antes que empezaran a despedirse los asistentes, confesó que la reunión se fraguó para anunciar el embarazo de su novia quien no dudo en enseñar una barriga notablemente plana para una cuatromesina.

Los que se iban se quedaron y los que se resistían a la embriaguez decidieron ceder un poco como un mero gesto convencional. Era una fiesta exquisita pese a lo exhibido de nuestras personalidades se charlaba de nada y se coincidía en todo. La noche siguió, la futura madre entró por una frazada y nunca volvió. El resto huía por la terquedad de Alberto para continuar.

Con el fuego extinto al final quedamos el anfitrión, Matías y yo. La realidad es que ya habíamos aceptado el hospedaje y una visita a Tres Marías para contrarrestar la resaca matutina. Dentro de la casa insistimos con el mal rollo que ese fervoroso decorado levantaba.

De inmediato se levantó, se perdió en la cocina y volvió con una cajita tallada nada desdeñable. De ahí sacó un cultivo de hidroponia y una pipa peruana. Ante la efectividad del artefacto difícilmente podría narrar lo que pasó la siguiente hora.

Aún así recuerdo las cargadas constantes de Matías con el tema de las cruces, contó hasta cuarenta solo en su camino al baño. Jodimos a Alberto hasta que medio huraño interrumpió: "Les voy a decir cabrones solo porque ya tengo medio hijo y ustedes son sus niñeras".

La respuesta biológica involuntaria al comentario fue vasta, Matías casi se orinó de la risa y yo con trabajo contenía la propia, la pipa inca era verdaderamente magnífica.

Nací en Nueva Italia cerca de Apatzingán (de ahí el apellido genovés) pero me acuerdo poco y nada. Mi padre no me reconoció y una madre soltera y joven está jodida en provincia sin el apoyo de su familia.

Nuestra risa comenzó a menguar conforme siguió el relato. Mi madre dejó el pueblo con una mano delante y otra atrás y obvio un chamaco a cuestas. Llegamos a Morelia y apenas lográbamos subsistir, dormíamos en el atrio de una parroquia.

No pasó mucho tiempo para que el cura nos descubriera "era un hijo de puta" interrumpió, nos dejó quedarnos con él en la casa cural muy cerca de la iglesia. Se lo iba a cobrar tarde o temprano.

Ya no esbozábamos sonrisa alguna y escuchábamos atentos. Él fue el primero que se la folló, esa misma noche le regaló un crucifijo y le dijo que con eso dios la perdonaría por sus pecados. Con el tiempo fue él también quien la recomendaba entre sus feligreses.

Cada vez que mi madre regresaba tarde al otro día íbamos a comprar un crucifijo al mercado. Con el tiempo era yo quien los compraba cuando mi madre se tenía que quedar a cuidar a mi nuevo hermano, hijo del cura o igual de cualquier otro.

Nunca volvimos a tener hambre, nos cambiamos de casa, estudiamos hasta ahí hasta el bachillerato, jamás nos faltó nada. Mi mamá nos llevó con nuestra primera puta, yo no tenía ni 15, mi hermano más chico. Ella decía que si en casa del panadero hay pan, pues que aprovecháramos, sonrío. 

Para entonces no quedaba rastro alguno de borrachera, teníamos el pedo en las suelas. Matías no levantaba la mirada y yo me rascaba incómodo la cabeza, no podía articular palabra. 

Yo me vine a la capital para estudiar la carrera, continuó, mi hermano me alcanzó un par de años más tarde. Cuando lo recibí en la terminal no necesitamos ni hablarlo, borramos con una mirada cómplice nuestro pasado.

En el fondo la vergüenza nos corroía y terminamos distanciando las visitas a Morelia de meses a años. Luego conseguí una beca y dejé el país, sin sentir motivos para volver pasé seis años fuera. Un día recibí una llamada mi hermano dijo que mi madre murió.

Regresé y fuimos juntos su casa, hicimos lo que cualquiera hubiera hecho con el mínimo respeto posible, vendimos la casa al primero que ofertó y lo único que trajimos fueron sus cruces, las dividimos y prometí no volver avergonzarme de ella. 

"Mi mamá era puta y tengo una cruz por cada palo que se aventó". Las palabras taladraron mi cabeza y recorrieron mi espina, entendí el significado del silencio incómodo. Mientras recorría con la mirada derredor. Podía escuchar el motor del refri y los grillos. El zapato de Matías rechinaba la duela.  

Alberto explotó súbitamente en carcajadas fueron inevitablemente contagiosas: "A mi hermano le digo 'El mole', articulaba con esfuerzo mientras trataba de recuperar el aliento del júbilo, porque...jajajaja... porque está hecho de varios chiles".


4/18/2013

El objeto de mi afecto


El afecto es una necesidad primaria del ser humano, se suele encontrar en asiduidad con la familia, los amigos o esa persona especial con la que se pretende hacer una vida. A menudo con algún cómplice peludo e incluso con el verdor de un cultivo.

El amor a un objeto es más complicado de discernir, quizás si  sucede está implícito un vinculo emocional tan fuerte como puede ser un lazo sanguíneo. Aquél prendedor de la abuela, ese objeto de fe heredado o un parche de edredón bordado por generaciones.

"Ella" se aferro a "eso" como nunca nadie a nada, su vida devastada la construía ahora desde pedazos. Y enfocó sus fuerzas en ese trozo de organza, raso y tafeta en blanco mate inmaculado. Elegante y detallado, en cortes asimétricos y capas superpuestas.

Después de la traición de él y exponerse a todo y todos, en la sociedad provincial que enjuicia, valora y arbitrariamente decreta. No quedó más remedio que dejarlo atrás. Salir del infierno grande y lo que conlleva con solo la venerable bendición de la madre.

Atrás quedaron amigos de 20 años, un millón de pesos en una fiesta cancelada y el trabajo ideal que el edil prometió "regalarle". Eso sí, la integridad intacta y el orgullo a cuestas.

Para terminar pronto no quiso llevarse ni el "Escarabajo" azul pastel que recibió en su graduación, le acarreaba muchos recuerdos de lo que (no) hacían en el asiento posterior.

"¡Se los dejo todo! No quiero nada que me recuerde esta monserga". Dijo, al tiempo que arrancaba el destartalado Safari amarillo huevo que consiguió de su mejor amigo por un precio meramente simbólico.

Cinco años después ha logrado establecerse en la ciudad. Su buena percha, profesionalismo y sobre todo carisma le abrieron suficientes puertas para primero compartir algún piso y ahora un poco más.

Yo la conocí hace un par de años y antes de que me confesara esta historia y siempre me pregunté que carajos hablaba con cada valet cuando estacionábamos el auto. Esa carcacha que lavamos por dentro de un manguerazo y a la que nunca le cambió el aceite.

Obvió que he notado en la cajuela la caja de cartón corrugado envuelta en una bolsa plástica roja, pero las veces que pregunté recibí un par de muecas adustas. 

Un día cuando salimos a la playa y requeríamos espacio su vecina la sacó súbitamente y sugirió llevarla arriba. "¡Suelta eso güey no mames!". Ella no volvió a decir nada las cuatro horas de carretera.

Hoy la comprendo y la entiendo. Hoy lo tengo más claro que nunca. No quería joder su vida nueva con lo único que trajo de la vieja. No quería contaminar su aire con un recuerdo asfixiante. No quería llorar en ese closet cada que la vida se endureciera. No al menos hasta sentirse lista.

El vestido resalta su silueta. Es ajustado, ciñe su cintura y abraza delicadamente sus finos dotes. Dibuja en su espalda un escote elegante y sutil con un borde aperlado. Sus piernas pasean curiosas entre las asimetrías de un laminado de texturas que se extiende un par de metros.

Hoy luce incomensurable, estoy atónito. No soy el único, el resto de los presentes escoltan su belleza por el pasillo con el temor de un parpadeo. El maletero del Safari era perfecto. El objeto de mi afecto, ella y eso...el de ella.

4/13/2013

La "wera"


Una maestra detecta que la única alumna rubia de toda esa escuela pública ubicada en Ciudad Neza tiene piojos y debe citar a su mamá.
Madre e hija comparten el apellido Hološko y también su segundo nombre, pero en la escuela solo le dicen "la wera". La madre admite conocer del tema pero no comprende cuál es el problema y argumenta que eso es "normal" en su ciudad natal Smolenice, Checoeslovaquia (así sigue llamando a su país).
La madre cuando suele aparecer en la escuela lo hace con gafas oscuras, tacones y un intenso olor a cigarro.
Durante dicha reunión la directora llama a la enfermera y la hacen comprender a medias del problema. Pero es la maestra de la niña quien la convence de asistir a un centro de salud y se ofrece a acompañarlas.
Por obvias razones las liendres se han extendido en el salón y por higiene la directora del plantel tiene que suspender a 25 alumnos durante un mes incluyendo a "la wera".
Al cabo de ese tiempo vuelven 24 alumnos, falta "la wera". Las Hološko han cambiado sus contactos, tampoco viven ya en la dirección que presume la inscripción. Tras varios meses de intentos la escuela decide dar de baja la ficha.
Casi 3 años después caminando un domingo por Reforma la maestra es sorprendida por "la wera": ¡Hola miss cómo está? Tienen una charla de no más de 5 minutos. Antes de que el chofer le insista a la pequeña que tienen que irse.
La maestra se entera que las Hološko ahora viven cerca de la zona y lo último que comentan es que "la wera" tiene una hermanita que se llama como su maestra, la que les enseñó que tener piojos no es "normal".







2/08/2013

Los magníficos anónimos



Hace exactamente siete días se cimbraba el otrora orgullo capitalino. Una oda de hormigón y acero a la modernidad latinoamericana. El descomunal rascacielos de 214 metros añora como el barrio en el que se construyó, ser el corazón económico de México.

Los años pesan ya sobre el icono del "auge mexicano" inspirado por Cárdenas y que décadas priístas se encargaron de esquilmar. Hoy existen torres más altas, los valores han cambiado y los símbolos son otros. 

Un jueves cotidiano encadena sucesos definidos por detalles inconscientes: se extiende una comida, te apresura la urgencia de checar o los retrasa el tráfico vespertino, un azar aciago satura destinos inciertos.

En el primer piso del edificio José Colombo en contra esquina de la Torre de Pemex. Un grupo de médicos hacen de administrativos y contadores. Para la mayoría de los que honran el juramento hipocrático esto parece más a un cementerio de elefantes.

En la oficina nadie se los pide pero todos los días con disciplina ejemplar llevan al trabajo sus inmaculadas batas, como un general que porta gallardo los galones. Tal vez los motiva y los distingue del resto de oficinistas con trajes de lana.

Estos veteranos de mil batallas tienen un aspecto cansado casi taciturno. En su mayoría regordetes y canosos. Sus jornadas interminables en hospitales, su pulso estoico en el quirófano y su inagotable energía hoy parece acoplarse a las características del vetusto edificio que contemplan a diario desde sus ventanas.

El mismo destino que dejará su huella imborrable en cientos de familias, ha preparado a este grupo curtido con accidentes de refinería y graduado con honores en 1985 otra dura prueba a su talante.

Los "magníficos anónimos" sienten como se estremece el restaurante donde extendían la charla, en minutos uno tras otro percuten los celulares en la mesa. La cuenta se paga soltando un plástico al azar y a la voz de "fue en Pemex", se ponen en marcha.

Los magníficos anónimos se apresuran a llegar a la columna de humo negro que se disipa en las alturas de la torre. Caos, gritos y desconcierto inundan la avenida Marina Nacional mientras la turba se aleja del complejo y las primeras sirenas se escuchan a lo lejos. 

Sin disminuir el paso el líder de los médicos solicita un par de ambulancias bajo la explicación de "una explosión en la Torre". Sin un solo obstáculo de la usualmente reacia seguridad, son los primeros servicios de emergencia en entrar a escena.

 La cortina de polvo levantada por los pisos colapsados hace todavía imperceptible la magnitud del siniestro, pero los recuerdos del terremoto recorren su espina mientras avanzan por la explanada.

Ante indicios de fuego, la cantidad de escombros que dificultan la visibilidad y los trabajadores que tratan de salir del complejo se detienen, un "para fuera, vámonos" se convierte en una retirada estratégica para organizarse.

El tono en la llamada se fortalece y se solicitan equipos de rescate auxiliares, la orden cambia a "todas las unidades disponibles". A un doctor se le envía al José Colombo por equipo. Otro más no responde al llamado ya atiende a un herido con el rostro ensangrentado.

La vorágine abandona el área, no hay curiosos todos se alejan, el humo asfixia, los autos no respetan el semáforo. Algún helicóptero sobrevuela el área. A los gritos preguntan a cualquiera que pasa por alguna fuente próxima de agua, a otro galeno se le encomienda investigar como interrumpir suministros de electricidad y gas.

Uno de los más experimentados lleva un rato separado del grupo, cuando reaparece informa que ha auxiliado a una mujer desvanecida con la que tropezaban otros empleados en su afán de escapar.

Los tres celulares del jefe suenan al mismo tiempo -no atiende ninguno- las primeras cubetas  llegan de algún baño cercano. El caos ya es total. Las sirenas se distinguen entre la humareda son patrullas, aún sin refuerzos.

Cuatro heridos ya se agolpan con el grupo sin preguntar nada. Parecen percibir su ecuanimidad dentro del desorden. Los sacos ya están en el piso, otro usa su corbata de seda como torniquete. 

Sus rostros taciturnos ocultan el temor y se transforman en vigor. Se instalan detrás del mítico busto de Cárdenas para protegerse del gentío y ayudan como pueden y con lo que pueden. Algunos ignoran su intención de ayudar y solo se abren paso para alejarse.

 Ya ha pasado media hora desde la explosión y parece un parpadeo. Los equipos de emergencia hacen su aparición. Sin necesidad alguna de ingresar al edificio B-2, se "arman" en una ambulancia con equipo quirúrgico y escoltan a los bomberos.

Por dentro el panorama es todavía más desolador a los llamados del celular se responde con escuetas sílabas, nadie hace hipótesis, nadie pregunta, no hay especulaciones solo acciones. 

Un joven paramédico muy nervioso, trata de atender a uno de los magníficos anónimos, hay sangre de algún herido en su chaleco. Sin escuchar razones insiste con jaloneos sin saber que es uno de los médicos más calificados del país. El internista se despoja del accesorio le muestra su camisa y el paramédico recula. 

El catedrático a nivel nacional del ATLS (Trauma de Soporte Vital Avanzado -por sus siglas en inglés-), aprovecha el episodio para arremangarse y poner su ahora opaco reloj en el bolso del pantalón.

Otro galeno mira la escena, realiza una curación en la pierna de una secretaria que trata de comunicarse con alguien en la guardería, apenas a unas calles del complejo. El médico empatiza con la mujer y se toma un minuto para reportarse con su hija.

 La indolente calma de los veteranos contrasta con el vértigo de los equipos de emergencia que ya inundan el sitio. Con los magníficos anónimos esparcidos y después de horas de labor, su líder los cita en la medida de sus posibilidades afuera del Colombo. 

Les han conseguido cascos, guantes y hasta algún par de botas. Sus manos de momento ya no son tan necesarias entre los escombros, aunque auxilian a quien lo demanda. Ahora los magníficos anónimos gestionan los cuerpos de rescate y ayudan más con sus voces.

Lo primera broma en horas rompe la tensión a través de la frecuencia, "si dejaron su coche afuera de Verónica (el estacionamiento principal) tienen permiso de ir a moverlo antes que los helicópteros lo hagan por ustedes. Por fin aparece una escueta sonrisa.

El ejército limita la zona, nadie entra nadie sale. Un alto cargo solicita a los magníficos anónimos ser el vínculo con el exterior. La noche ha caído, las cifras comienzan aparecer. Los medios circulan versiones y las redes sociales convierten en héroes a absurdos personajes.

Los rejuvenecidos "chicos" del primer piso del Colombo admiran la pericia de los pilotos, que bajan y suben entre un par de espacios del estacionamiento, mientras priorizan las urgencias que van abordo. Su experiencia se cotiza como oro puro en está tarea, siguen salvando vidas ahora con un plumón. 

Para los magníficos anónimos la noche se extenderá todavía hasta la madrugada como comitiva de visitas burocráticas a hospitales y comparecencias públicas o privadas. Ni una palabra más a los guiones ya escritos, no es discreción es hermetismo.

Antes de volver a sus moradas con las primeras luces del día se percatan que su incombustible actividad de semanas con la que encararon el ´85 quedó lejos. Hoy con un día largo la espalda molesta y los músculos pesan, con sonrisas cómplices se citan en una sede alterna en apenas unas cuantas horas.

Los magníficos anónimos se despiden uno a uno con efusivos abrazos y palmadas en la espalda que hacen brotar el polvo de sus camisas. Ahora aparecen las batas para cubrirse del frío. Batas que a diferencia de los trajes permanecen inmaculadas como su orgullo y heroísmo.

En nombre de todos gracias papa.

1/25/2013

Aquiles depone la ira




El nuevo orden del tenis es claro, nítido, cristalino. Atrás quedaron los héroes mitológicos. A los hijos de los dioses les queda solo buscar un sitio en el Olimpo. Roger Federer el más herculiano de todos sigue plantando cara a los titanes que salen del tártaro con físicos mastodónicos, estruendosos golpes y técnica perfecta.

Cada Grand Slam, cada torneo mil, cada cita importante de la ATP sin importar la superficie donde se juegue, se distancian más los mortales de las razas superiores. Novak Djokovic y Andy Murray se mueven en otro espacio-tiempo que exhibe a los héroes de los hombres.

Andrew Murray mutó en meses de talentoso "niño de mami" a la reencarnación de Willliam Wallace. Con una nueva y épica batalla volvió a superar al mejor de la historia. El escocés que derribó el Muro de Adriano al que aclama sin tapujos hasta el inglés de mayor linaje y lo vitorea la Comonwealth entera.

Novak Djokovic el consentido de Hesiódo, esgrime la raqueta como si fuera parte de su poderoso y preciso brazo. Despilfarró talento y clase sobre un aguerrido y valiente David Ferrer, al que la ingrata historia reconocerá como un actor secundario en una época de héroes y titanes.

El otro héroe de los hombres Rafael Nadal, busca desesperado la salida del Inframundo, cargando a cuestas una maldición de Hades que lo confina al averno, mirando desde lejos como pierde peldaños en el ranking y alternativas ante sus iguales.

Las míticas batallas entre Aquiles y Héctor en sendas finales de Wimbledon (2007, 2008) y Melbourne (2009) ya son un imborrable recuerdo en la mente de cualquier amante del tenis, y me atrevo a decir que trascendió incluso a la de muchos pamboleros y villamelones de comitiva. 

Federer el más grande de los hombres en este deporte. El de los pies ligeros, el de los golpes mágicos, el que ganó Roland Garros sin ensuciarse las medias con polvo de ladrillo. Como reencarnación de Aquiles también tiene su talón y es simplemente una víctima de Cronos.

La epopeya continuará una o dos temporadas más y después añoraremos esta época gloriosa que tardará en encontrar nuevamente su ciclo, tal vez... nunca se repita. Lo único cierto es que el Eliseo espera solo a los elegidos.